Cúspide Acuario-Piscis (Semana
-Nacidos entre el 16 y 22 de Febrero-
La Cúspide de la Sensualidad. Esta cúspide se compara simbólicamente
con el desarrollo humano. Aquellos que todavía sobreviven se
encuentran próximos al fin de su ciclo vital. La persona de setenta
y siete años ya debería estar resignada al curso que ha seguido su
vida y sentirse en paz con sus seres queridos y amistades. En esta
etapa es importante resolver cualquier conflicto pendiente y
expresar los sentimientos con sinceridad.
Aspectos positivos:
Emprendedor, solidario y afectuoso.
Aspectos negativos:
Inseguro, pesimista y retraído.
Los nacidos en esta cúspide a menudo persiguen el éxito y conceden
la máxima prioridad a su vida profesional. Suelen ser combativos,
actitud que a veces se basa en una inseguridad subyacente y en la
necesidad de ponerse a prueba.
Sueles mostrar una actitud resentida que te vuelve agresivo y
belicoso cuando te sientes atacado. Un gran desafío personal para ti
es, por lo tanto, redescubrir y reconocer tu imagen interior y
derribar algunas de las barreras que has erigido. Tu lado duro,
incluso agresivo exterior oculta una personalidad sensible. De
pequeño eras extremadamente vulnerable y reaccionabas a la crítica o
a los malos tratos construyendo un muro a tu alrededor. Este
blindaje te acompaña desde entonces y puede dar una impresión
equivocada de cómo eres en realidad interiormente.
Para los nacidos en esta cúspide es importante que reconciliéis los
dos extremos de vuestra naturaleza, pero también deberíais explorar
el territorio intermedio: la vida social.
Atrapado entre los polos de lo físico y lo metafísico (Acuario y
Piscis), a menudo descuidas la relación con otras personas.
Sueles estar muy ligado a tu familia. Si bien la desaprobación y las
críticas de tus padres te afectaba mucho de pequeño, estás atado por
fuertes vínculos emocionales a tu padre, a tu madre o a ambos.
(Normalmente, la relación más intensa y que mayor influencia ejerce
es con el primogenitor del sexo opuesto.) Es esencial que te liberes
de tales ataduras, si quieres llegar a la madurez como individuo,
(algo que quizá se nos debería aplicar a todos) pero la adolescencia
puede ser particularmente tormentosa y rebelde para los nacidos en
esta cúspide.
Tienes que esforzarte por ser abierto, sincero y tolerante con tu
pareja, sobre todo en materia amorosa, y permitirte ser vulnerable,
incluso arriesgándote a sufrir. De este modo las relaciones
personales pueden ayudarte a restablecer el contacto perdido contigo
mismo.