Cúspide Sagitario-Capricornio
(Semana I)
-Nacidos entre
el 19 y 25 de Diciembre-
La Cúspide de la Profecía. En la vida humana en esta coyuntura de la
vida, la madurez da paso a la vejez. El nuevo anciano afronta una
etapa en la que, tradicionalmente, su contribución al mundo material
es menor. Sin embargo, aumenta de manera considerable el valor
espiritual de la persona, que se convierte en guía o fuente de
inspiración.
Aspectos positivos:
Perspicaz, inescrutable y vehemente.
Aspectos negativos:
Frustrado, antisocial y agobiante.
Recibes las influencias de los planetas Júpiter (regente de
Sagitario) y Saturno (regente de Capricornio). Ambos planetas tienen
energías diametralmente opuestas: Júpiter representa la expansión,
la jovialidad y el optimismo, y Saturno la introspección, la
seriedad y el realismo.
En tu personalidad excepcional se manifiesta una curiosa
ambivalencia: por un lado deseas la diversión, y por el otro eres
demasiado serio.
El trabajo es algo que tomas muy en serio, pero a menudo, al mismo
tiempo que desarrollas el que llevas entre manos sientes la
tentación de perseguir nuevos horizontes.
Tu naturaleza fogosa y terrenal (mezcla de los planetas Júpiter y
Saturno) revela un gran desarrollo de dos facultades, la intuición y
la percepción, pero no necesariamente indica una acusada orientación
mental o emocional. En consecuencia, das el máximo de tí mismo
cuando confías en tus corazonadas y en tus cinco sentidos, en
particular la vista y el oído. La expresión de tus pensamientos y
sentimientos puede resultar más problemática. En última instancia,
el desarrollo de poderes extrasensoriales, o incluso un único sexto
sentido, es a menudo tu contribución al mundo más original y
destacable.
Maestro en el arte del silencio, no necesitas hablar para transmitir
tus emociones. A menudo te cuesta poner por escrito lo que tienes
que decir, o expresarlo por teléfono, y en consecuencia te parece
mejor comunicar tu mensaje en persona. No sueles dejar ninguna duda
sobre tus verdaderos sentimientos.
Cuando confías en tu propio poder, te encuentras a tus anchas, pero
al mismo tiempo te muestras amable y comprensivo con los demás. Tu
peor momento llega cuando llegas a sentir lástima por tí mismo,
normalmente a consecuencia de un fracaso de tipo material o un
rechazo a título personal. En ocasiones, este dolor o frustración
por aquello en lo que crees firmemente no poder evitar te resulta
psicológicamente gratificante, ya que te libera de la
responsabilidad de emprender una acción decidida.
CONSEJOS
Aprende a moderar tu vehemencia.
Si te esfuerzas por comprenderte mejor, no quedarás a merced de tus
estados de ánimo.
Cultiva las relaciones sociales y cuida a tus amistades.
Vigila la tendencia a encerrarte en tí mismo.
Dá rienda suelta a tu faceta afectuosa y no cierres tu corazón a los
demás.