Esmaltes y Colores
Heráldicamente hablando los esmaltes son
la pintura que se empleó en los escudos de combate, bien para decorarlos, ya
para evitar que sufrieran los efectos de la oxidación las piezas metálicas que
entraban en su composición.
Esta palabra "esmalte" de acuerdo a la opinión de los escritores antiguos proviene de
la hebrea "hasmal", a la que los latinos tradujeron como "smaltun".
Se cuenta que fue un rey, Porsena, Soberano de la Toscana, quien usó vajillas en
cuya fabricación entraba el esmalte y de ahí el nombre de "porcelanas", a tales
vasijas.
Pero, en realidad y ciñéndonos a los antecedentes históricos, parece
demostrado que fue un platero francés, Jean Toutin, quien descubrió los esmaltes
tal y como han llegado hasta nosotros.
Ciñéndonos a la terminología heráldica,
esta palabra, esmalte, comprende los colores, los metales y los forros.
Comencemos por lo primero, los colores.
Hay quien sostiene la opinión de que
derivan de ciertos vestidos que, según el día de la semana, se usaban por turno,
entre los griegos.
Pero parece mucho más verosímil que la verdad se base en el
color de los vestidos que los caballeros usaban en los torneos o, quizás, de los
dibujos que se pintaban en sus escudos.
Otro tanto puede decirse de los metales.
En Heráldica existen cinco colores:
El rojo, al que se denomina "gules", el azul
"azur", el negro "sable", el verde "sinople" y el morado "púrpura".
Este último
mantiene el privilegio de participar de la naturaleza de los colores y los
metales, que son dos, el oro y la plata.
Al primero se le representa en color
amarillo y al segundo, blanco o gris.
En la Heráldica inglesa, existen tres colores más:
Leonado, anaranjado y sanguíneo.
Para el profano en la materia, ante lo anterior, de inmediato se le ocurre una
pregunta, tan simple como sencilla:
¿Y por qué esos términos de gules, azur,
sinople, sable y púrpura, en lugar de denominarlos en su origen natural?.
La contestación se basa en el deseo de los propios heraldos o Reyes de Armas de
diferenciar los colores que daba el vulgo a la Heráldica ya que, según su
criterio esta era (y es) "una ciencia que por su nobleza sólo debía ser,
manejada por quien conociera los quilates del honor y que no fuese común a lo
normalmente utilizado para calificar el color de cualquier adminículo".
Pero como en los blasones a veces se da el cuerpo humano, o parte del mismo, existe
otro esmalte, el llamado "encarnación" que se utiliza para aquel menester, se
llama "natural", a los colores de animales, frutos o sombras.
Para la representación de los esmaltes era indudable que la forma ideal
consistía en la pintura.
Era casi imprescindible recurrir a la pintura para la
reproducción en los libros de los escudos de armas.
Porque si se recurría al
grabado, evidentemente que sí se podían reproducir ornamentos y figuras que
componían el escudo, pero no sus colores.
El problema fue resuelto por un
jesuita italiano, el padre Silvestre Petra, en un invento que lo solucionó y que
marcaba un proceso evidente no sólo en la Heráldica, sino también en las Artes
Gráficas.
El rojo o "gules" se representa por líneas puestas en "palo", o sea,
perpendiculares.
El azul o "azur" se expresa por líneas en faja, o sea
horizontales que van de lado a lado del escudo.
El verde o "sinople" por medio
de líneas en banda o diagonales de derecha a izquierda.
El negro o "sable" por
líneas perpendiculares en palo, y, horizontales en faja.
El violado o "púrpura"
por líneas puestas en barra o diagonales de izquierda a derecha. En cuanto a los
metales, el oro se manifiesta por puntos esparcidos con toda regularidad por el
campo del escudo.
La plata se expresa dejando el campo completamente limpio y
sin ninguna señal.
La Heráldica es la ciencia de los símbolos.
Y es por eso por lo que se entiende
perfectamente la reacción de los colores del blasón, con los elementos de la
naturaleza, con las piedras preciosas, con los meses del año y con los signos
del Zodiaco.
Es por ello muy interesante para mostrar el punto de partida de la
"Ciencia del Blasón", en su desarrollo histórico, citar las relaciones
emblemáticas de los esmaltes.
Veamos la relación de los esmaltes con las piedras
preciosas:
El oro simboliza el topacio.
En las armerías de los reyes se le llama
"sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio"
y en el de la nobleza en general "oro".
En su relación con los astros el oro es
el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los
días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el
ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos,
el león y de los peces, el delfín.
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven
este metal en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a
defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre.
La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla.
De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el
agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y
febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la
paloma; y de los animales, el armiño.
La plata en las armerías recibe el nombre
de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos,
perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y
los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y
amparar a los huérfanos.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, representa al rubí.
Y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como
elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el
cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al
pelícano.
El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en
las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
En cuanto a sus cualidades se traducen, por valor, intrepidez y valentía.
Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y
defender, a los injustamente oprimidos.
El azul (azur) es el zafiro y los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto
son Venus, Tauro y Libra.
Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de
la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la
flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real.
El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la
nobleza; simboliza este color realeza, majestad, hermosura y serenidad.
Los que lo lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de
sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios".
En lo que respecta al sable, simboliza el diamante; su signo del Zodiaco es
Saturno, Tauro y Virgo; su elemento, la tierra; el día de la semana, el sábado;
el mes, diciembre; su metal, el plomo y el hierro; su árbol, el olivo y el pino;
y como ave, el águila.
En los escudos de los príncipes se llama al sable,
Saturno; en los de los títulos, diamante, y sable para la generalidad de la
nobleza.
Se traduce por la ciencia, la modestia y, a veces, la aflicción.
Aquellos que usan este esmalte en sus escudos se encuentran obligados a socorrer
a las viudas, los huérfanos, los eclesiásticos, y la gente de letras que sufra
injusticia y opresión.
La esmeralda simboliza al sinople y el signo zodiacal corresponde a Mercurio; su
elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su
metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el
papagayo.
En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda,
en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general.
Su significado
es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su
escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos
y pobres que se encuentren oprimidos.
La púrpura representa la amatista; su signo, el de Júpiter; su elemento, el
aire; su día de la semana, el jueves; los meses, febrero y noviembre; el metal,
el estaño; la planta, la sabina y su flor, el lirio; y en lo que se refiere al
Zodiaco, se añade al planeta Júpiter, los signos de Sagitario y Piscis.
Su animal es el león y de los peces, la ballena.
La púrpura se traduce por
dignidad, soberanía, grandeza y poder.
Los que traen estas armas quedan
obligados a socorrer a los eclesiásticos y los religiosos.
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