Marzo suele ser un mes de difícil e inestable climatología. Temperaturas imprevisibles, cierzo, lluvia, niebla, soleado...
Por ello la celebración festiva de esta jornada es toda una incógnita. Y, sin embargo, la Fiesta se celebra "pase lo que pase" y por encima de todo. Se trata de una de las fiestas que sólo se celebra en Zaragoza ciudad.
Cada "5 de Marzo" se celebra en Zaragoza la fiesta conocida popularmente como "cincomarzada".
Esta fiesta hace un homenaje al heroísmo protagonizado por los zaragozanos al enfrentarse con los medios que disponían (armas de caza, cuchillos, utensilios agrícolas, utensilios domésticos de cocina...) impidiendo de forma rotunda la invasión pretendida por las tropas Carlistas de Juan Cabañero la noche del 5 de marzo de 1838. Hechos acaecidos en la llamada Primera Guerra Carlista.
Zaragoza era un punto estratégico muy importante. De hecho, era una ciudad fuertemente protegida por tropas Isabelinas y, difícilmente conquistable por ello.
Se creía entonces que las tropas Carlistas estaban muy alejadas de Zaragoza por lo que se consideraba poco probable un ataque inminente. Esta creencia propició que un buen número de efectivos Isabelinos fueran trasladados para intervenir como refuerzo en un ejército que debería cerrar el paso a una expedición de Basilio García que se dirigía hacia el Maestrazgo desde Navarra (febrero de 1838) para unirse a Cabrera.
Sin embargo, Cabrera tuvo noticia de la indefensión en que quedó Zaragoza con este desvío de tropas y ordenó a Juan Cabañero y Esponera aprovechar el momento para asaltar la ciudad. No contaba tampoco con mucho ejército para ello, y sólo pudo enviar dos mil ochocientos infantes y trescientas unidades de caballería; tropa insuficiente como para tomar la ciudad, así que la intención quedaría en saquearla para dar así un duro golpe a los Isabelinos.
Aquélla noche del 5 de marzo, Juan Cabañero logró, a duras penas, ocupar una pequeña porción de la ciudad ante la fuerte defensa mantenida por los ciudadanos que como se ha dicho, estaba entonces desguarnecida de tropa militar.
Como la incursión Carlista se llevó a cabo de forma tardía, sabían perfectamente que las tropas Isabelinas estaban ya de camino a sus cuarteles en Zaragoza.
Por el hecho de la fortísima resistencia de los zaragozanos que impidieron la toma de la ciudad entera, no quisieron arriesgarse a que los Isabelinos hicieran acto de presencia; de modo que optaron por huir de inmediato.
Estos fieros y heróicos actos de los habitantes de la ciudad, dieron lugar a que a una calle se le diera el nombre de esta fecha histórica; es decir, calle cinco de marzo.
Durante el mandato de Francisco Franco, a esta calle se le cambió el nombre por "Requeté Aragonés" (Requeté significa "soldado carlista"). A la muerte del Caudillo, en 1975, se le devolvió su nombre original.